El Tenor Aramburo nacíó en Erla (en las Cinco Villas Zaragozanas) entre el 1837 y 1839 (no está muy claro, la documentación de la época es imprecisa y encima hubo unos cuantos líos familiares). Actuó entre otros escenarios en la Scala de Milán, en Parías, el Teatro Real de Madrid, y en la Opera de La Habana. Termino siendo un reconocido tenor gracias al público sudamericano, con quien supo encajar desde el primer momento. Al final las raíces latinas salen a través de la piel. Tuvo un timbre extraordinario de voz, según las crónicas de la época, pero es un gran desconocido hoy en día. Disputó el reconocimiento con Gayarre, otro grande de le época (que me perdonen los entendidos de la música, pero haría para que lo entendamos, haremos una analogía entre Plácido Domingo y José Carreras). Sin embargo el más grande de la época, pero cuya carrera llegaba a su fin era Tamberlick. El timbre de voz de este último era potente, fuerte, de los que llenan un escenario y la cualquier ópera o teatro del mundo, tenía una voz que necesitaba romper los muros de los palacios teatro y óperas para ir más allá, para escapar, por que no cabía en ellos. Esa potencia de voz era la que tenía el Tenor Aramburo, mientras que la de Gayarre era más melodiosa. Esto hizo que el tenor ganara el reconocimiento por muchos como el sucesor de Tamberlick.
A partir de allí tuvo muchos éxitos, pero el destino no iba a ser muy agradecido con él. Delante de su público favorito, en el Teatro real de Madrid en Diciembre de 1889, sufrió desmayo y tuvieron que reanimarlo. Después de dicha reanimación volvió a salir a escena, pero obviamente la calidad de su voz se había resentido. Cuentan que recibió la ovación más grande de su vida, por el esfuerzo que había hecho. Pero él mismo, aquejado ya desde un tiempo atrás por problemas de salud, se dirigió al público terminada la ovación y les dijo: ”Señores, esto se acabó”. La gripe se lo llevó 25 días después con 45 años. Debió de ser muy enigmático personaje, y de grandes contradicciones internas, pues no es fácil asumir que ha llegado tu fin como el Gran tenor del mundo, y además, caer muerto 25 días después.
Pues bien, su casa Natal (más bien es un palacete pequeño de pueblo y de época) está en venta en Erla, y podéis ver un video y la ficha en directamente en www.ruralregion.com. Conserva todo el encanto de antes, en sus suelos, en su gran chimenea con cadiéras, en su decoración, en sus puertas labradas, en sus salones, en sus balconadas, etc… es un precioso palacete. Actualmente sería un lugar ideal para sumergirse e impregnarse de la música clásica de este tenor, un lugar ideal para un centro de estudios musicales, un lugar ideal para hacer seminarios sobre música, como residencia para cursos intensivos musicales etc… o incluso como casa de turismo rural, hotel rural, o algún tipo de alojamiento. Por supuesto conservando todo lo existente. Hay ayudas en la comarca para emprender este tipo de negocios, ayudas de índole europeo y de la comunidad autónoma.
Por cierto si alguien quiere saber más del Tenor Aramburo le recomiendo que le el libro de Vicente García de la Puerta López: “Pasajes de la vida del Tenor Aramburo” publicación 43 del centro de estudios de las Cinco Villas, que es de donde he obtenido la información.
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